La pandemia del coronavirus ha azotado con fuerza a todos los pilares de la economía española. El sector inmobiliario se ha visto muy afectado, pero ha demostrado que sus cimientos son más sólidos que en la crisis de 2008. Las operaciones de compraventa de viviendas aumentarán un 15%, con una caída de precios de hasta un 15% en el segmento de segunda mano, y un ligero 2% en la obra nueva. También crecerá la oferta del alquiler, pero con mayores exigencias contractuales.
El actual contexto de crisis se alargará aún más y sus consecuencias se dejarán ver durante el 2021. El presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios del Colegio de Economistas de Madrid, Julián Salcedo, prevé que el número de compraventas aumentará hasta las 375.000 unidades, entre nuevas y usadas, lo que supone un crecimiento del 15% sobre la cifra estimada de cierre de 2020 que se establecía en 325.000 inmuebles, con una disminución del 35% sobre el realizado en 2019.